Santa Marta fue la primera ciudad fundada por los conquistadores españoles en territorio colombiano. Aunque Alonso de Ojeda visitó sus costas en 1499, fue recién el 29 de julio de 1525 la fecha que fue oficialmente instituida por Rodrigo de Bastidas.

En el siglo XVIII, el Padre Antonio Julián la denominó “La Perla de América”, gracias a las bondades geográficas y estratégicas que la ciudad ofrecía y que la convirtieron en un centro comercial y administrativo de gran importancia para los colonizadores.

Programación arribo de Cruceros

Los expedicionarios

Con el pasar de los años y la continua llegada de los expedicionarios del viejo continente, la Provincia de Santa Marta se convirtió en la entrada obligada del proceso de colonización en Colombia. Desde allí se iniciaron las travesías que llevarían a la posterior fundación de ciudades de gran importancia como Cartagena, Mompox, Popayán y Santa Fe de Bogotá. El siglo XIX fue un periodo de gran desarrollo para la ciudad: hechos de gran relevancia, como el inicio de actividades de la Caja de Ahorros (1846), el establecimiento del alumbrado público (1848), la constitución de la Sociedad Filarmónica (1849) y la creación de primer periódico económico-comercial, (editado por Manuel Murillo Toro 1847 – 1860), hicieron de Santa Marta un lugar privilegiado para la modernización del país. La constitución Política de Colombia de 1991 le otorgó a Santa Marta la designación de Distrito Turístico, Cultural e Histórico, denominación que la consolida como una de las urbes con mayor desarrollo económico de la Región Caribe y como una representante vigente de la tradición social del país.

Santa Marta, entre lo natural y lo histórico.

Santa Marta es una ciudad atractiva por naturaleza, lo que se debe a la gran variedad de paisajes que la rodean. Diversos paisajes la convierten en un destino turístico, llamativo: la gran extensión de espacio marítimo, la belleza de sus playas, la calidad de su arena, su diversidad climática y una herencia cultural que la hacen inigualable. Así lo demuestran los tres grandes parques naturales con los que cuenta la capital del Magdalena: la Isla Salamanca, al suroeste; el Parque de la Sierra Nevada, al sureste; y el Parque Tayrona, al noreste. Este último es un hábitat que cuenta con una gran cantidad de especies nativas.

Casa de la Aduana - Centro Historico
Parque de los Novios - Centro Historico
Bahía - Vista el morro

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